1.1. LLAMADOS A SER CRISTIANOS
“Kerigma para catequistas”
INTRODUCCIÓN
“Un anuncio renovado ofrece a los creyentes, también a los tibios o no practicantes, una nueva alegría en la fe y una fecundidad evangelizadora. En realidad, su centro y esencia es siempre el mismo: el Dios que manifestó su amor inmenso en Cristo muerto y resucitado. Él hace a sus fieles siempre nuevos; aunque sean ancianos, «les renovará el vigor, subirán con alas como de águila, correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse» (Is 40,31). Cristo es el «Evangelio eterno» (Ap 14,6), y es «el mismo ayer y hoy y para siempre» (Hb 13,8), pero su riqueza y su hermosura son inagotables. Él es siempre joven y fuente constante de novedad. La Iglesia no deja de asombrarse por «la profundidad de la riqueza, de la sabiduría y del conocimiento de Dios» (Rm 11,33). Decía san Juan de la Cruz: «Esta espesura de sabiduría y ciencia de Dios es tan profunda e inmensa, que, aunque más el alma sepa de ella, siempre puede entrar más adentro». O bien, como afirmaba san Ireneo: « [Cristo], en su venida, ha traído consigo toda novedad». Él siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina. Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre «nueva»” (EG 11).
Acogiendo las palabras del Papa Francisco, presentamos este texto con la intención de ayudar a redescubrir el verdadero sentido de la vida cristiana, de la fe que un día fue recibida en el Bautismo y volver la mirada a Jesucristo Muerto y Resucitado para conocerlo, amarlo, celebrarlo y seguirlo como ÚNICO CAMINO de salvación.
También quiere ser una ayuda para los catequistas en el cumplimiento de su misión respecto a la etapa del primer anuncio, con miras al redescubrimiento de lo esencial de la fe que tantas personas han recibido, pero que por falta de una catequesis profunda, organizada y sistemática, no han llegado a un encuentro personal y comunitario con Jesucristo Vivo que es el Único capaz de transformar la vida humana.
Los temas de este texto indican el camino inicial en el misterio de la salvación que desde siempre Dios ha ofrecido a la humanidad. Son también un punto de referencia durante el desarrollo de todos los niveles del programa de formación, pues son al mismo tiempo la base sobre la cual se construye y se madura la fe inicial recibida en el Bautismo.
La reflexión de este mensaje ha de comprometer a cada cristiano y a cada catequista a proclamar con toda el alma que Jesús es el Señor, ayer, hoy y siempre, y a ser portadores de esperanza en medio de esta realidad, muchas veces desalentadora, respondiendo así al llamado que el Santo Padre Juan Pablo II hace a la Iglesia, a que se asuma “con nuevo ímpetu su misión evangelizadora”. Recomendamos a cada uno la lectura atenta de las citaciones que aparecen en negrilla a lo largo del punto PROFUNDICEMOS, esto ayudará mucho para la asimilación del contenido.
Esperamos que quienes inician este camino en la EFCCA, puedan, con la asistencia del Espíritu Santo, culminar los 9 ciclos que se les proponen para su formación cristiana y catequística.
María Oliva Gutiérrez
Delegada Episcopal de Catequesis
Diócesis de Zipaquirá - Colombia
CONTENIDO
- Introducción
- Tema 1. Un mundo necesitado del kerigma.
- Tema 2. Kerigma, proclamación gozosa.
- Tema 3. Kerigma: anuncio del Reino.
- Tema 4. La conversión, fruto del kerigma.
- Tema 5. Jesucristo, el kerigma en plenitud
- Tema 6. El kerigma, la opción del discípulo
- Bibliografía