3. CREZCAMOS JUNTOS EN LA FE DE LA IGLESIA - TERCERA PARTE

 

TERCERA PARTE

CREZCAMOS JUNTOS EN LA FE DE LA IGLESIA

Iniciación Cristiana de Adultos en Pequeñas

Comunidades Parroquiales (PCP)

 

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PRESENTACIÓN

Como Obispo de la Diócesis de Zipaquirá y primer responsable de la formación de los “discípulos misioneros de Cristo y de la Iglesia en pequeñas comunidades parroquiales al servicio de la familia”, según nos propone nuestro plan de pastoral, con gran gozo ofrezco a todos los hermanos en Cristo este tercer volumen del programa de reiniciación cristiana de adultos, titulado “Crezcamos juntos en la fe de la Iglesia” y que contiene la sexta y última parte de este caminar de iniciación cristiana.

La presente guía como las dos anteriores se ofrece a todos los que estén participando en las pequeñas comunidades cristianas parroquiales la última parte de esa formación a la que Cristo envió a los apóstoles antes de su regreso al Padre: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt. 28, 19-20) y que continúa siendo responsabilidad de todo ministro y fiel cristiano.

Es un hecho que cada vez más la formación de discípulos se torna más difícil y descuidada. Ni la familia, ni la escuela lo están garantizando.  Corresponde pues a la Iglesia atender por sí misma ayudar a esta formación; y esta lo hace a través de sus pastores y de los catequistas y de los servidores de las pequeñas comunidades en las que todos ayudan a todos para alcanzar esta formación.

Queridos hermanos, que inician el camino de esta sexta etapa: al concluirlo habrán recorrido un camino de formación completando así su iniciación cristiana, Meta que los animará a proseguir su respuesta al Señor, y los preparará para continuar acogiendo la voz del Señor, su voluntad divina de amor, verdad y libertad y los fortalecerá para tomar con toda la confianza su responsabilidad para ser sal de la tierra y luz del mundo como apóstoles y misioneros en cada familia, en el círculo de sus relaciones sociales, políticas, laborales y culturales.

Tenemos el tesoro maravilloso de la fe, de la Iglesia, de la comunidad cristiana, del amor y la esperanza.  Esta riqueza recibida gratuitamente es para transmitirla, compartirla. No se puede permitir que se pierda en nosotros y no llegue a los demás. La Iglesia, por sus parroquias con el sacerdote y sus colaboradores está dispuestas a acompañarlos y ayudarlos.

Este camino recorrido ustedes lo han hecho juntos en pequeñas comunidades cristianas, y ésta vivencia de fraternidad les habrá hecho descubrir la maravilla de ser hermanos en Cristo y miembros de la comunidad cristiana. Ya no se entiende como un cristiano puede vivir lejos e indiferente frente a sus hermanos.

Nosotros somos, juntos, el lugar donde está presente Jesús, somos para los demás el reflejo de Dios y de su amor.  Hay que proseguir por tanto con todo el empeño participando y haciendo que la pequeña comunidad viva y no se vaya a morir. Dios desde el cielo nos quiere ver siempre como hermanos que nos amamos y ayudamos.

Esta sexta parte por consiguiente les ofrecerá a todos el conocimiento y el que lleguen a amar y a aprovechar lo que el Señor nos ha querido regalar de su luz y de su amor a través de los sacramentos de la Iglesia y los entusiasmará y fortalecerá para mirar, desear, buscar y luchar para alcanzar la meta de lo que Dios nos ha prometido para gozar para siempre con Él en la vida nueva y perfecta todos juntos.

Animo, pues, a todos los que inician esta última etapa de su iniciación cristiana para que con la ayuda de Dios lleguen a ser discípulos misioneros maduros, convencidos y grandes colaboradores en la vida y misión de la Iglesia.

                                           + HÉCTOR CUBILLOS PEÑA

                                                                            Obispo de Zipaquirá

Febrero de 2015

INTRODUCCIÓN

Con gran alegría hemos constatado que este esfuerzo por acompañar a las pequeñas comunidades que han ido conformándose después de la Misión parroquial familiar no ha sido en vano, por ello presentamos la sexta y última parte de estos encuentros catequísticos, con la firme convicción que el Espíritu Santo coloca en cada uno de los animadores, toda la creatividad para hacer de estas catequesis un verdadera experiencia de crecimiento en la fe y de compromiso cristiano.

Damos gracias a Dios por esta experiencia de iniciación cristiana que ha dado continuidad al crecimiento de las pequeñas comunidades parroquiales, que buscan crecer en la vida de la Iglesia como discípulos en torno a la Palabra, la Eucaristía y la caridad. Pensando en ellas y además con el anhelo de seguir este itinerario de adultos, que ayude a fundamentar su fe y a crecer como discípulos misioneros corresponsables del anuncio del Evangelio y de una renovada conciencia de parroquia colocamos en sus manos este instrumento.

Estamos convencidos que son muchas las personas que pueden encontrar, si se les ofrece de manera cercana y creíble, el interés por una fe católica, que les ayude a vivir y superar las difíciles situaciones que a diario tienen que afrontar. Esto constituye un verdadero desafío a la comunidad cristiana, pues la reta a no contentarse con una catequesis que tiene a los niños como únicos destinatarios, sino a ser capaz de dedicar los mejores esfuerzos para que los que quieren recuperar la fe encuentren el camino para poder hacerlo.

Las catequesis propuestas vienen desarrolladas con base en núcleos temáticos, que se inspiran en la invitación que nos presenta el documento de Aparecida a ser misioneros, con la alegría de la fe para proclamar el Evangelio de Jesucristo y en él, la Buena Nueva de la dignidad humana, de la vida, de la familia, del trabajo, de la ciencia y de la solidaridad con la creación (Ver DA 104-125). Estos anuncios tienen como objetivo ayudarnos a conocer, profundizar y vivir como discípulos las verdades centrales de nuestra fe católica. Anotamos que son encuentros catequísticos, no son encuentros de reflexión bíblica con el método de la lectio divina, por eso los textos bíblicos no siguen la liturgia dominical, sino el tema a tratar.

Es necesario tener en cuenta que al proponer un itinerario, conviene centrar siempre la catequesis en el mensaje y en las personas. Dar importancia a sus necesidades reales, fomentar la experiencia de la fe vivida en pequeñas comunidades, que se conocen, se ayudan, se aman. Celebrar los aniversarios de matrimonio, los cumpleaños, diferentes ágapes y los acontecimientos humanos. Realizar otras actividades siempre de común acuerdo, por ejemplo: paseos, caminatas, retiros, peregrinaciones, y todo aquello que son aspectos constitutivos de la vida de una comunidad cristiana.

Los recursos, los lugares, las celebraciones, los responsables, los días, las horas de los encuentros y otros detalles han de ser fijados por los animadores de cada itinerario, para poder ponerlos a consideración de los miembros de la pequeña comunidad.

Las seis etapas desarrolladas en tres volúmenes, del presente itinerario catequético, tipificadas como “encuentros” giran en torno a los siguientes ejes temáticos:

Núcleos temáticos desarrollados en el Volumen 1:

  • El plan de Dios revelado a lo largo de la historia.
  • La verdad sobre Jesucristo, la Iglesia y la familia.
  • El misterio del pecado y la salvación en Jesucristo.

Núcleos temático desarrollado en el Volumen 2:

  • El Encuentro con la comunidad.

Núcleos temáticos desarrollados en el Volumen 3:

  • El encuentro con Jesús a través de los sacramentos de la Iglesia.
  • Los cielos nuevos y la tierra nueva.

Este itinerario ha comenzado (Volumen 1), con un ANUNCIO MISIONERO donde tiene lugar la comunicación de la primera experiencia de fe en orden a la conversión. Se trata ante todo de una primera comunicación existencial viva, es el poder del testimonio (Temas 1-2), concluyen con un retiro espiritual, la celebración de la inscripción del nombre y el paso a la primera etapa.

Finalizada la breve fase del primer anuncio (puesto que este itinerario está pensado para las pequeñas comunidad parroquiales surgidas de la MPF), comienza la INICIACIÓN O REINICIACIÓN CRISTIANA en 6 etapas con los encuentros basados en las realidades fundamentales de la fe.

LA PRIMERA EPATA (contenida en el Volumen 1): es la iniciación en las grandes experiencias Bíblicas, cuyo objetivo es ir al encuentro de Cristo por los caminos de Dios. Estas experiencias preparan hoy también los caminos del Señor y conducen al encuentro con Él (temas 3-11), que concluyen con un retiro espiritual, la celebración de la entrega de las sagradas escrituras y el paso a la segunda etapa.

LA SEGUNDA ETAPA, (contenida en el Volumen 1) es la iniciación o reiniciación en la experiencia cristiana de la fe, en relación al encuentro con Jesucristo. En esta experiencia nos abrimos a su misterio, expresión del rostro amoroso del Padre y a la profesión viva de la fe como aconteció en los momentos centrales de la vida apostólica (Temas 12-21), se culmina con un retiro espiritual y la celebración: entrega del símbolo de la fe (el credo). En esta segunda etapa conviene realizar un encuentro celebrativo y fraternal de todas las pequeñas comunidades de la parroquia, apenas realizado el encuentro No. 15, con el propósito de valorar el esfuerzo de crecimiento en la fe y de compromiso de quienes han perseverado hasta este momento y el paso a la tercera etapa.

LA TERCERA ETAPA (contenida en el Volumen 1), nos invita a reconocernos pecadores y a vivir la transformación o recreación por la fe en Jesucristo, el hombre nuevo.  Configurarnos con Jesucristo constituye la más grande decisión de nuestra vida (Ver PQ 72.78.85; temas 22-41), que culmina con un retiro espiritual y la celebración penitencial o sacramento de la reconciliación. En esta tercera etapa conviene realizar un encuentro celebrativo y fraternal de todas las pequeñas comunidades de la parroquia, (apenas realizado el encuentro No. 30) con el propósito de compartir el crecimiento en la fe y el compromiso de quienes han perseverado hasta este momento y el paso a la cuarta etapa.

LA CUARTA ETAPA (contenida en el Volumen 2), desarrolla “el encuentro con la comunidad”. Los discípulos de Jesús están llamados a vivir la comunión trinitaria, fuente, modelo y meta de la vida de la Iglesia, cuya misión central es construir el Reino de Dios a través de la evangelización (Ver DA 154 ss; Temas 42-51), termina con una convivencia fraterna y el paso a la quinta etapa.

LA QUINTA ETAPA (contenida en el Volumen 2), desarrolla el encuentro con la Iglesia doméstica. Aquí nos motivamos para valorar y reconocer la familia como primera escuela de la fe; y lugar fundamental de la formación de los discípulos misioneros de Jesucristo y de la Iglesia (Ver PQ 235 ss; Temas 52-60), esta etapa concluye con un retiro espiritual, la celebración de renovación de los compromisos matrimoniales o familiares y el paso a la sexta etapa.

Al terminar cada etapa sugerimos motivar unos comentarios evaluativos por parte de todos los que participaron en los encuentros, con el fin de corregir aquellas cosas a que haya lugar e incrementar las cosas positivas que ayudan al crecimiento en la fe de la pequeña comunidad. Otro tipo de evaluación es el que proponemos con algunas pistas y que se debe hacer por parte del párroco con el equipo de animadores. En el primer volumen se encuentran las tres primeras etapas del itinerario programado.

LA SEXTA ETAPA desarrolla el encuentro con “El cielo nuevo y la tie­rra nueva”. Jesucristo, en quien Dios ha renovado todas las cosas, nos invita a construir como discípulos suyos un nuevo orden con la fe viva y comprometida en los valores del Reino. Su victoria sobre la muerte y el pecado que celebramos en los sacramentos son el fun­damento de nuestra esperanza que nos mantiene enamorados de las promesas de Dios (Aparecida, Mensaje final, 2; Temas 61 - 83). Que culmina con una GRAN CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DE TODAS LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES EN LA PARROQUIA.

En esta sexta etapa conviene rea­lizar dos encuentros celebrativos o fraternales de todas las pequeñas comunidades de la parroquia, apenas realizados los encuentros No. 68 y 75), con el propósito de valorar el esfuerzo de crecimiento en la fe y de compromiso de quienes han perseverado hasta este momento y que seguramente culminarán el proceso.

Al terminar cada etapa sugerimos motivar unos comentarios evalua­tivos por parte de todos los que participaron en los encuentros, con el fin de corregir aquellas cosas a que haya lugar e incrementar las cosas positivas que ayudan al crecimiento en la fe de la pequeña comunidad. Otro tipo de evaluación es el que proponemos con algunas pistas, y que se debe hacer por parte del párroco con el equipo de animadores. En este primer volumen se encuentran las tres primeras etapas del itine­rario programado.

Es muy importante que quien anima el encuentro lea todos los textos bíblicos y del Catecismo de la Iglesia Católica que están indicados en negrilla a los largo del desarrollo del tema, y en cuanto sea posible, también los textos del magisterio de la Iglesia, la consulta y confrontación de estos textos le darán muchas posibilidades de crecimiento y de manejo de la temática presentada.

Recomendamos a los animadores de cada pequeña comunidad parroquial, facilitar el texto (ojalá completo de este volumen) a todos los participantes, o al menos el texto del encuentro que se realizará, para que cada uno pueda leerlo con anticipación y así la participación sea más viva. Pueden hacer actividades para recolectar algún fondo que ayude para que todos lo puedan adquirir.

Pedimos la intercesión de la Santísima Virgen María en su advocación de la Asunción por todas las pequeñas comunidades que han realizado este largo itinerario, para que Ella vele por quienes han perseverado en su crecimiento en la fe de la Iglesia Católica y puedan dar testimonio de lo que han visto y oído.

Comisión de Iniciación cristiana del PRP:

-         María Oliva Gutiérrez M.

-         Pbro. Saúl Juan Carlos Rodríguez S.

-         Pbro. Norberto Guzmán B.

CONTENIDO

  • PRESENTACIÓN
  • INTRODUCCIÓN
  • SIGLAS
  • QUÉ SON LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES PARROQUIALES
  • PERFIL DE SERVIDOR DE LAS PCP
  • EL PÁRROCO, PRINCIPAL SERVIDOR DE LA PCP
  • METODOLOGÍA DE LOS ENCUENTROS
  • GUÍA PARA DESARROLLAR UN ENCUENTRO

ENCUENTROS:

SEXTA ETAPA: Primera parte: encuentros 61- 68

SIGNOS DE AMOR Y VIDA (Los sacramentos)

61. La alegría de creer en Cristo.

62. Hay que nacer de nuevo (El Bautismo).

63. El Espíritu nos hace testigos (La Confirmación).

64. Sin la Eucaristía no podemos vivir (La Eucaristía).

65. La misericordia de Dios es infinita (La Reconciliación)

66. Un signo de la esperanza (La Unción de los enfermos).

67. La belleza del sacerdocio (El Orden sacerdotal).

68. El amor humano bajo el signo del Espíritu (El Matrimonio).

“CREO EN LA IGLESIA” Celebración: ENTREGA DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA.

SEXTA ETAPA:

Segunda parte: encuentros 69-84

INICIACIÓN EN LA VISIÓN CRISTIANA DEL MUNDO

69.     De la creación a la nueva creación.

70.      La creación, regalo de Dios.

71.       Hemos nacido de nuevo.

72.      Hago nuevas todas las cosas.

73.      El mal en el mundo oculta la gloria de Dios.

74.      Una fuerza que transforma el mundo.

75.      Ver el mundo con ojos cristianos

 “DIOS SIEMPRE NOS PERDONA”. Celebración penitencial.

76.      Atentos a la venida del Señor.

77.      Nadie sabe el día ni la hora.

78.      Ni compromiso sin fe, ni fe sin compromiso.

79.      Viviremos con Él.

80.      La verdad sobre el juicio de Dios.

81.      El infierno obra del pecado.

82.      Paso obligado al cielo.

83.      Un cielo nuevo y una tierra nueva.

“AHORA YO TE ENVÍO PARA QUE SALVES A MI PUEBLO”. Celebración de envío a las pequeñas comunidades parroquiales.