CATEQUESIS DE ADULTOS 1 - CATEQUESIS PRENATAL

 

CATEQUESIS DE ADULTOS 1

CATEQUESIS PRENATAL

“Desde el vientre de tu madre te conocí…”

 

Catequesis para Adultos_2

 

 

PRESENTACIÓN

Generalmente se tiene la idea que la catequesis está en función de los sacramentos, como si se tratará solo de tomar conciencia en recibir un determinado sacramento. La catequesis es un proceso de educación de la fe, de acompañamiento y aprendizaje de toda la vida. Un camino que necesita momentos de iniciación y crecimiento en la fe para dar respuestas a los continuos desafíos que la persona vive a lo largo de toda su vida. Hoy de manera particular, de frente a los nuevos procesos de secularismo y descristianización en que vive la sociedad, la Iglesia, Madre y Maestra, quiere acoger y acompañar a cada persona, a cada familia, a cada comunidad cristiana a vivir la experiencia del encuentro con Jesucristo. Un camino de madurez cristiana que inicia no solo de la infancia, sino desde el seno materno, hasta la edad adulta.

La Diócesis de Zipaquirá atenta a esta preocupación de la Iglesia, especialmente de América Latina, que  en Aparecida insiste en implementar procesos de iniciación cristiana como un camino seguro para ser verdaderos discípulos de Jesús, quiere ofrecer a los adultos, especialmente a padres de familia, un proceso de catequesis que sin duda ayudará no solo a su propia iniciación cristiana, sino también  a prepararse para ayudar de manera particular a sus hijos, a iniciarse en la vida cristiana con mayor conciencia y acompañarlos a crecer  en su propia experiencia de fe.

No podemos olvidar que catequesis y liturgia siempre van de la mano, por tanto estos encuentros catequísticos comienzan y terminan precisamente con una celebración. Este itinerario: “DESDE EL SENO MATERNO TE AMÉ”, tiene como objetivo acompañar a  las parejas  que esperan un hijo. Se llama catequesis prenatal porque la fe viene compartida y comunicada de padres a hijos desde el seno materno. En nuestra Diócesis proponemos un proceso continúa con las catequesis que llamamos “BAUTÍCENLOS, HÁGANLOS DISCÍPULOS” que acompañan a los padres de familia para prepararse al bautismo de sus hijos menores de seis años. Y en un tercer momento se presenta la catequesis dirigida a los padrinos y madrinas con el fin de re-asegurar la vivencia y compromiso de la vida cristiana de la generación presente y de las futuras generaciones, a través del texto “Y LO PRESENTÓ A JESÚS”.

Tenemos la certeza que la vida de una persona existe desde su concepción y no solo desde su nacimiento, de la misma manera debemos pensar a su experiencia de fe. Iniciar el proceso de fe, de vida cristiana desde estos primeros momentos garantizará, sin duda, a mediano y largo plazo, comunidades cristianas maduras capaces de dar razón de su fe y de su esperanza.

Espero que estas catequesis de adultos sean acogidas por todos los párrocos y los catequistas responsables en cada comunidad parroquial, al igual que por los agentes de pastoral familiar.

Bendigo desde ya a todos los futuros padres de familia que se empeñen a hacer crecer cristianamente a sus hijos del seno materno y quienes los acompañarán este proceso.

+ HÉCTOR CUBILLOS PEÑA

Obispo de Zipaquirá

INTRODUCCIÓN

La actual situación de nuestro cristianismo marcado por la profunda ruptura entre la fe y la vida, exige dejarnos cuestionar de esta realidad que toca todos los aspectos de la misión evangelizadora de la Iglesia. Un verdadero drama en nuestro tiempo, como lo llama el Papa Pablo VI[2], en cuyo eje resplandece Cristo, esposo de la Iglesia.

Cuando por el advenimiento de los hijos, la pareja se convierte en familia, en sentido pleno y específico, la Iglesia estará  aún más cercana a los padres para que acojan a sus hijos y los amen como un don recibido del Dios de la vida, asumiendo con alegría la fatiga de educarlos y ayudarlos en su crecimiento humano y cristiano[4]. Del mismo modo la Iglesia por el agua del bautismo nos engendra a la vida en Cristo, nos cuida y nos hace crecer dentro una comunidad para que  firmes y maduros en nuestra fe podamos salir a dar testimonio del amor del Padre en Cristo al mundo entero.

Entender la Iglesia, comunidad cristiana, como vientre implica una serie de atenciones, las mismas que una madree tiene con su hijo en gestación, con una comunicación más que verbal, con un lenguaje de tipo perceptivo–afectivo. Ser una comunidad cristiana como vientre significa ser punto de acogida y de escucha. Lugar del encuentro y de la fiesta. En particular, la comunidad cristiana esta llamada no solo a generar a la fe a través de los sacramentos, sino también a insertar a los bautizados en itinerarios o caminos de madurez de fe, es decir llamada a educar, a formar,  lo que indica una constante comunicación que pasa de la generación a la educación de sus hijos.

Del mismo modo, es importante considerar la imagen de la Iglesia no solo como vientre, sino también la Iglesia como familia[6].  De ahí la urgencia de ofrecer un itinerario de formación en la fe para adultos, padres de familia que se encuentran en situación de espera de un hijo, con el fin de acompañarlos en su tarea de educar en la fe a sus hijos desde temprana edad y asegurar con ellos un proceso gradual y dinámico de iniciación cristiana que comprometa toda la familia. 

La maternidad de María modelo de madre.

Contemplando la maternidad de María, la Iglesia descubre el sentido de la propia maternidad y el modo con el cual es llamada a manifestarla. De la misma manera, la maternidad de la Iglesia abre la prospectiva más profunda para comprender la experiencia de María cual incomparable modelo de acoger, respetar y cuidar la vida[8].      

A ejemplo de María, Madre de Dios y madre nuestra, la Iglesia madre no solo genera los hijos a la vida de fe, ella los acoge, los ayuda a crecer, los educa y los acompaña a la plenitud de la vida en CristoCelebración de  Bendición de los padres:

      Desde el vientre de tu madre, te conocí, te amé y te consagré (Jr 1, 5) 

  1. La vida es don de Dios.
  2. Una vida crece junto a nosotros.
  3. Constructores de una nueva comunidad: la familia.
  4. Desde el seno de tu madre te conocí.
  5. Me comunico luego existo.
  6. El gozo de nacer. 
  7. Celebración: Presentación de los niños a la comunidad cristiana: 

Llevaron el niño, para presentarlo al Señor(Lc 2,24) 

Sugerencia Bibliográfica.


[2] Ver Juan Pablo II, Exhortación apostólica Familiaris consortio (22 noviembre 1981), n. 1.

[4] Ver Bordignon Lucino, «la comunità “grembo” accogliente delle persone con disabilità» in Catechesi, 1 (2012-2013), 17-27.

[6]  Ibídem, p. 21.

[8] Ver ibídem, n. 103

[9] Ver Juan Pablo II, Exhortación apostólica Christifideles laici (30 diciembre 1988), n. 61.